Hotel Micolau

El problema grave es el ruido, por lo demás el personal y las habitaciones aunque fuesen pequeñas no les faltaba nada. La ubicación es muy buena pero ese pub de al lado como tenga espectáculo te estropea un poco el descanso. Gracias por el cambio de habitación pero hasta que no se arregle la insonorización posiblemente no volvamos.

La primera noche fue horrible, cuando llegamos a la habitacion de la planta de recepción la num. 3, se escuchaba música del bar irlandés que hay al lado del california grill y la gente del restaurante hablando. Literalmente parecía que estaba en el lavabo de una discoteca retumbaba toda la habitación y era imposible dormir hasta las 3 de la mañana. Limpieza y servicio bien. Pero no repetiría. Nos cambiaron de hab. Al día siguiente e igual se siente pero un poco menos.

Ubicación perfecta para coger el telecabina que te sube a Arinsal! Pequeño pero de verdad que para ir a esquiar es perfecto! Tiene para dejar las botas en un armario individual por persona con llave, tiene otro armario para dejar el material así no lo llevas por el hotel, no tiene ascensor pero es que solo es de 2 plantas, la chica que está allí Cecilia es encantadora y te ayuda con cualquier duda ya sea de forfait o de donde cenar, lo que sea es muy amable!! Si volvemos iremos ahí sin dudarlo! Un acierto de 10!!

Estuvimos 3 noches un fin de semana de febrero dos parejas (matrimonio con hija y novio) en una de las habitaciones familiares del segundo piso (ojo, sin ascensor): 382€ La puntuación está basada en el servicio que pensábamos recibir: un sitio limpio, económico, con desayuno suficiente y más o menos cómodo para pasar unos días esquiando, cerca de pistas para no mover el coche. Las dos habitaciones eran bastante justas (abuhardilladas) pero independientes y el baño con lo necesario, todo muy limpio. Hay taquillas para las botas y guarda esquís en la entrada. Buen desayuno, corto en variedad pero sin problemas en la cantidad. Situación inmejorable, con una tienda de alquiler de material enfrente y otra a 50 metros justo delante del telecabina (aconsejo reservar anticipado forfait y material, te ahorras bastante). Y un spa a 5' caminando, no demasiado caro (Hotel Princesa Park). Si además le añades a Cecilia en la recepción, la satisfacción aumenta. Ella misma nos reservó el Spa y estuvo siempre para cualquier cosa que necesitaríamos tener o saber. Puede que el único pero del hotel (es un 2*, eso hay que tenerlo en cuenta) es que hay un pub al lado y en alguna habitación molesta el ruido. A la nuestra (n.8) la música llegaba de fondo sin molestar el sueño, pero si eres de mal dormir mejor pregunta si en la habitación que van a darte el sonido es molesto, porque en alguna ocurre (nosotros siempre llevamos tapones por si acaso, aunque esta vez no hicieron falta). Conclusión: si volvemos a esquiar a Arinsal, éste es nuestro sitio.

Hotel pequeño, muy familiar, muy acogedor y con mucho encanto. Situado en el centro de Arinsal, con zona de parlking gratuito cerca y a pie del teleferico. Instalaciones IMPOLUTAS y taquilla para botas y esquís. Desayuno muy completo. Destacar la atención de Cecilia un encanto de persona y trabajadora siempre atententa de todo y muy servicial