Hotel Arimune

Tranquilidad, placidez, descanso y sosiego. Es el resumen de nuestra experiencia en este alojamiento familiar regentado nada menos que por su cuarta generación. En un emplazamiento insuperable, frente a la playa de Bakio, un hotel que, con sus acciones, demuestra su compromiso real con el medio ambiente. Nos alojamos en la última planta, en una habitación muy cómoda, acogedora y con una limpieza minuciosa, sencillamente decorada, funcional y con la última tecnología en domótica para contribuir con el ahorro energético. Destacar la amabilidad y cercanía de sus propietarios, Berta nos acompañó a la habitación y nos explicó con todo lujo de detalles todas las posibilidades del alojamiento y disfrutar de ellas durante la estancia. Unai es el responsable de la elaboración y confección de los desayunos, todo realizado con profesionalidad, con producto de gran calidad, cuya finalidad es satisfacer de manera excelente nuestras necesidades. Resulta muy agradable, y es de agradecer enormemente contemplar el sacrificio por mantener un negocio con ilusión, tenacidad y perseverancia. Gracias por el esfuerzo. Volveremos.

En este hotel familiar te sientes como en tu casa son super amables habitaciones muy cómodas y amplias y con unas vistas a la playa impresionantes todo está domotizado. Y como no mencionar a Unai (un todo terreno) con sus desayunos zumo de naranja recién exprimido el pan tostado con su tomate, aguacate, jamón ibérico, quesos varios, nueces y frutas escarchadas esto todo en una bandeja por pareja y ahora viene lo más espectacular los huevos de corral y las verduritas pochaditas haciendo chup chup muy orgulloso está Unai de ellas.(Como no están buenísimas). Lo recomiendo al 100%.

Caché au milieu de résidence cet hôtel est un écrin. Les chambres sont immenses et super bien équipées avec une terrasse particulière. Le petit déjeuner est très copieux et servi par un local qui vous prépare des produits locaux. Excellent!! Laissez vous guider par lui.