Zubeltzu Torre

Somos una pareja con un bebé de 19 meses y elegimos a ciegas Zubeltzu Torres para pasar nuestras vacaciones de verano este año, buscando un alojamiento que nos hiciera la vida fácil dadas nuestras circunstancias. Desde el principio Ainara nos ayudó en todo lo que necesitamos, dándonos facilidades para enviarle algunos pedidos para el bebé para cuando llegásemos. Aclaró dudas, nos ayudó a extender las fechas de estancia, etc. Una vez que llegamos, el lugar sobrepasó nuestras mejores expectativas. El entorno es pleno bosque, sus plantaciones de maíz, un riachuelo que pasa pegado a la casa, una ludoteca acristalada para los días de lluvia, piscina para refrescarte, un entorno paradisiaco. La casa es preciosa, la zona común y cocina están equipadas de sobra, facilidades para todos, ambiente tranquilo, familiar y todos los huéspedes super amables con el bebé. Las habitaciones perfectas, muy cómodas y con una limpieza y cuidado exquisito. Al lado de la casa está una nave con los animales, que íbamos a ver todos los días, pudiendo conocer a parte de la familia de Ainara, que resultaron ser increíbles: Amables, cercanos, y con una atención deliciosa con el bebé, que les cogió mucho cariño. La localización es espectacular, porque estás a 30 min en coche de Donosti y a 10-20 minutos de la mayoría de pueblos de costa: Deva, Zumaia, Mitriku.. es que es todo muy muy cómodo. Como dato a señalar, casi todos los huéspedes con los que coincidimos estaban repitiendo por segundo o tercer año, lo que da una idea de lo satisfechos que salimos todos. Ya tenemos en mente repetir el año que viene si nos lo permite la circunstancia, hasta con más familia. En resumen, no podemos estar más agradecidos a Ainara y a toda su familia por habernos ayudado con las mejores vacaciones posibles.

Es la mejor casa rural en la que hemos estado. Somos una cuadrilla de amigos con adolescentes y niños pequeños que una vez al año nos reunimos un fin de semana en una casa rural y esta repetiremos sin duda por: 1º La atención es increíble. Resevamos la casa completa, así que en principio el desayuno no debería estar incluido, pero aún así Ainara la dueña nos llevó un montón de cosas para desayunar que estaban todas...Además nos permitieron salir el domingo por la tarde, así que aprovechamos todo el día. 2º La visita a los animales si hay niños pequeños (y también para los no pequeños) está super bien, pueden ir a ver las vacas y gallinas siempre que quieran, además hay algún cachorro y gatos super cariñosos. A mi peque le encantó!! Y además coincidió por la tarde que estábamos allí cuando daban de comer a los terneros y nos explicaron todo, nos dejaron estar mientras comían, tocar a los terneros...fue increíble, super amables. 3º La ubicación de la casa es inmejorable. Nosotros somos de Bilbao y conocemos la zona, nuestro fin de semana es más para disfrutar de la casa, pero para la gente de fuera que quiera hacer visitas por Euskadi mejor situado no puede estar. 4º Y la casa, por supuesto, maravillosa. 5 habitaciones cada una con su baño, la calefacción perfecta, una cocina y salón enormes, y por si fuera poco un super porche acristalado donde está la barbacoa (te aseguras hacer barbacoa aunque el tiempo no acompañe) y con un montón de juguetes para los niños, la mía se las pasaba yendo y viniendo del porche a la casa, se entretenía con los perros y gatos...lo ha disfrutado muchisimo. En la zona de hierba hay también columpios y cama elástica pero al estar mojado no lo utilizamos. Y hay una piscinita pequeña con un porche de madera con sofás que en verano tiene que ser todo un placer estar ahí. Todo lo que diga de esta casa y de sus propietarios es poco, había leído que si se oía la autopista (pues nosotros ni lo detectamos) y algún comentario más negativo pero que según mi criterio no se corresponden para nada con la realidad. Mil gracias Ainara y familia, en 2024 nos tienes ahí otra vez!! A ver si esta vez puede ser en verano y así disfrutamos de todas las instalaciones aún más.

La casa es muy bonita, las habitaciones limpias y las camas y almohadas muy cómodas. El entorno maravilloso, rodeados de naturaleza y animales. El desayuno cuenta con productos caseros muy ricos, leche, panes, yogures….Ainara nos guió durante nuestra estancia y su familia encantadora. La carretera pasa muy cerca pero con las ventanas y contraventanas cerradas ni te enteras.

Estuvimos un grupo de amigos un fin de semana la casa es genial , amplia y bien decorada a parte de muy limpia. Muy acogedora , todas las habitaciones tienen su baño y a parte del comedor de la casa que es enorme tiene un comedor exterior acristalado donde nos juntábamos por la noche para no molestar a los que querían dormir. Esta todo muy bien pensado

Excelente sitio para poder ir tanto por el sitio en si como por las comodidades que proporciona, muy cerca de la autopista, el desayuno lleno de productos hechos por ellos es increíble, la leche y el yogur buenísimos, y sobretodo el trato de Ainara, muy amable en todo momento, desde luego si vuelvo a esa zona volveré a repetir. La habitación muy grande y todo súper limpio, también hay animales como vacas y un burrito por si se va con peques, el sitio es precioso.

Hemos estado 6 familias a finales de abril, y la estancia ha sido perfecta. La casa y el entorno son estupendos así como la atención de Ainara la propietaria. A 5 minutos en coche de Zumaia y los Flych, a 15 de Zarauz y 25 de Donosti, así que está en el lugar perfecto para visitar toda la costa de Guipuzcoa sin tener que recorrer grandes distancias. El desayuno muy bueno, con productos de proximidad, leche de la propia vaquería que hay junto a la casa, zumo de manaza y pan hechos por los propios propietarios. La casa dispone de cocina completa, y las habitaciones son amplias y limpias, perfectas para ir en familia. En resumen, para repetir!

Hemos pasado el puente de diciembre y el lugar nos ha gustado mucho, la ubicación es muy buena para poder descubrir los lugares de interés cercanos: la playa de Zumaia, el Flysch, la cueva de Ekain (la reproducción), el palacio de Lili (no hay que perderse la visita teatralizada). En Zubetzu Torre el entorno es totalmente rural, con gallinas, vacas y mucho pasto. El apartamento en el que hemos estado era muy acogedor con dos estancias, lavabo y una pequeña cocina. Ainara muy atenta en todo momento y siempre solicita a resolver cualquier duda. Decidimos hacer los desayunos allí, que aunque van aparte de la estancia la verdad es que valen la pena, porque se puede disfrutar de pan hecho por ellos, zumo de manzana casero y bizcochos también hechos en casa, y en especial de leche de sus vacas, algo difícil de saborear para los que somos de ciudad. Lastima que el tiempo no ha acompañado porque nos ha llovido todos los días, pero esto es algo ajeno al alojamiento claro. La única advertencia a hacer es que el camino hasta llegar a la casa no está iluminado y cuando llegas un poco tarde es mejor tomarlo con calma, porque aunque no tiene mucha circulación algún que otro coche o peatón pueden encontrar.