Guest User
April 4, 2022
Buena base para descubrir tanto la Vera como el Jerte, dos partes preciosas de Extremadura. Además, cuenta con un spa, estupendo para las frías tardes de invierno o principios de primavera. Eso sí, las habitaciones son algo pequeñas, especialmente los baños. El de nuestra habitación, además, no tenía pared, sino una enorme cristalera que hacía complicada la privacidad. Las camas muy cómodas. El restaurante también es bueno. Y respecto al spa, lo único malo es que son muy estrictos con los tiempos en cada parte del mismo y no hay privacidad puesto que hay varias personas a la vez. El desayuno bastante completo, con cosas para todos los gustos y muchos alimentos y productos de proximidad. El personal muy amable
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