Guest User
June 30, 2024
El palacio es precioso, un lugar con historia que se refleja por todas partes. La decoración es elegante, con unos cuadros, esculturas y otras piezas decorativas de museo. Destacaría la comodidad, los sofas son para no levantarte nunca. El personal es encantador, te solventa cualquier problema, son amables y diligentes. Sobre el desayuno diré que es bueno y completo. Te lo sirven en mesa, además hay un pequeño bufé donde puedes elegir huevos duros, frutas diversas, cereales, bizcochitos y más pasteles. En mesa puedes pedir lo que desees, ponen unos cruasanes y panes calentitos muy buenos, y un café exquisito (con esto soy muy exigente). La habitación en la que nos quedamos fue una verdadera sorpresa, la n. 7, espectacular. Cuando entramos nos quedamos alucinados, era inmesa y preciosa. La cama y los sofás comodísimos. Televisión grande y sofá especialisimo para verla. El bańo impresionante con.todo tipo de accesorios, bañera y ducha. La terraza amplia, daba a un jardín y a una muralla de piedra. Es para no salir de la habitación y pasar de visitas turísticas. Estoy deseando volver.
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