La comida deliciosa.
La habitación cómoda e impecable.
Hay estacionamiento sin costo.
Forzosamente se necesita coche porque no hay nada cerca.
La chica rubia joven de recepción es muy acelerada y no nos dejó tomar una manzana del buffet de la cena, que ya estaba listo pero no abría hasta una hora después, gran falta de criterio. Llegamos hambrientas después de un largo trayecto en coche y aún así dijo que no.
En cuanto llegamos nos preguntó si queríamos cenar ahí y le dijimos que si. Nos explicó que podíamos escoger de entre dos opciones de entrada, plato fuerte y postre. Pero no nos dijo que el buffet de ensalada era tan copioso, así que decidimos cancelar el plato fuerte, que era lo único otro que habíamos pedido. Se molestaron pero fue por darnos una explicación tan rápida y mala. El que fue súper amable fue un mesero como de 30 años, muy atento y rápido, siempre pendiente de nuestra mesa. La otra mesera, una chica alta rubia nos ignoraba y no venía a la mesa. En conjunto la pasamos muy bien, pero ellas dos pueden mejorar si se dedican a la hospitalidad.
Translate