Hotel Camino de las Estrellas

Estuvimos solo una noche pero mereció la pena. Instalaciones modernas y cuidadas pero tiene encanto rural. El Spa estuvo genial y el restaurante también. La terraza chill-out muy bien para tomarse algo tranquilamente y, la de arriba, para ver las estrellas. Además es pet-frienly y pudimos ir con nuestro perrito. Recomendado. Repetiría. Un saludo Fecha de la estancia: septiembre de 2024

Desencanto Total era la segunda vez que íbamos y está vez faltal pagamos por las vistas una habitación pequeña con el ruido constante del extractor de humos de la cocina y los dos aparatos del aire encima la ducha enana que tuvimos que meternos de lado y un excaso papel higiénico quisimos cambiarnos desde que llegamos y no hubo forma habiendo en la plataforma dos habitaciones libres al final después de llamar y insistir tres veces apagó el extractor vas a descansar y oír el ruido de los pájaros un fin de semana para olvidar a la mañana siguiente después de comentar al jefe lo que sucede en la habitación nos puso a toda mecha los aires acondicionados sin hacer calor nos sentimos horrorizados por el trato recibido nunca nos habían tratado así y hacemos bastantes escapadas el precio desmesurado para las prestaciones de la habitación y en el restaurante los postres pésimos un arroz con leche durísimo y el yacuzzi tienes que pagar 12 euros por persona la puntuación no la merece, suplemento de mascotas como un hotel de 5 estrellas 15 euros.

Hotel muy agradable, gente muy familiar, muy limpio. Sitio muy muy recomendable en el que alojarse con un entorno muy bonito y muy tranquilo. Comimos chuletón de Ávila y revuelto de hongos y ensalada de ventresca que estaba increíble, desayuno también muy bueno y completo. Sin duda repetiremos!

Desconexión, relax, buena gastronomía y excelente atención. Muy confortable. Un gran descubrimiento a pocos kms de Madrid. El restaurante ofrece una carta variada y con precios asequibles, para los amantes del buen vino tienen una buena vinoteca. La experiencia para desconectar un fin de semana con amigos, con pareja, con familia o sol@, todo un acierto.

Un hotel pequeño, nuevo, pensado para observar las estrellas de modo confortable. El spa se puede disfrutar en pareja o familia. El restaurante es estupendo. Y el personal muy atento. Las habitaciones, sobre todo las de la planta superior, con el techo abierto al cielo y jacuzzi, son espectaculares. Hay multitud de pequeños detalles (biblioteca, telescopios, terraza panorámica…). Un lugar para volver.

Hotel de 10, muy bonito y todo muy bien cuidado, muy limpio. La comida riquísima y el personal muy atento y amable. Julio y Jenni nos atendieron de 10. Sin duda volveremos. Destacar, que fuimos con dos perros y nos sentimos como en casa.