Casas Á Beira - Apartamentos

Antonio fue muy amable y estuvo todo el tiempo ofreciéndose por si necesitábamos algo que no dudásemos en pedírselo. El apartamento bien equipado con utensilios de cocina en muy buen estado. Hemos estado cuatro días y ha sido una experiencia muy buena en todos los aspectos, tanto por el apartamento como por la buena disposición de Antonio para hacernos la estancia más grata. Y por supuesto la belleza del centro de Pontevedra y la amabilidad de sus gentes. Y de la gastronomía decir que los sitios que visitamos eran buenísimos

Ubicación céntrica y apartamentos modernos. El ático en sí, no está mal... Pero ahora viene lo divertido, y doy una estrella porque no deja dar 0: Nada más llegar, ya vimos el ascensor sucio de haber pasado un trapo húmedo sin escurrir y dejando todas las marcas. Pero el colmo ya fue entrar al apartamento y encontrarlo en unas condiciones... vamos a decir poco higiénicas. Estaba todo sucio, lleno de polvo, migas en el suelo y un olor a cerrado que tiraba para atrás de no haber aireado el piso en días. Además, encontramos las sábanas de la cama amarillentas y un poco sucias. La mampara de la ducha sucia y con manchones (como si alguien hubiese querido limpiarla, pero rápido y mal, dejando una sensación de suciedad), a lo que la taza también... Mejor no hablar de ello. En el salón cocina, la cocina presentaba un aspecto sucio y aceitoso. Pasamos una toallita desinfectante y el blanco de la toallita pasó a teñirse de ***** de la suciedad que había y en una sola pasada. Todo sin limpiar: vitro, horno, loza...). Para colmo, tenían una sartén sin teflón y nos pusieron pegas para cambiarla, y nos la trajo una señorita, digamos muy poco agradable e intentándonos tomar, con perdón, por idiotas y dejándonos la "nueva" sartén de malas formas. Y en la parte del salón, los mandos de la calefacción con marcas de haber sido manoseados y sin limpiar. Y el sofá, a parte de sucio y con polvo, tenía restos de cabello largo (al parecer rubios) y ciertas manchas "sospechosas" de restos que parecían de la "telaraña líquida de Spiderman". Yo ya no sé si es que los anteriores inquilinos eran unos cerdos o que los empleados de limpieza de la hospedería poseen cierta dejadez a la hora de limpiar. Pero me da a mí que es una mezcla de ambas. Enviamos evidencias al responsable y nos mandaron a alguien de limpieza, que lejos de comprendernos, se quedaba mirándote como diciendo: "¿y qué quieres que haga?". Creo que es comprensible pedir que un apartamento ha de entregarse en unas condiciones mínimas de higiene y salubridad, y más en las condiciones actuales que vivimos por desgracia con la actual pandemia de la COVID-19. No es ponerse exquisito ni que esté todo como los chorros del oro, pero sí un mínimo al menos de higiene y limpieza, y más en las circunstancias actuales. Además llegamos del viaje con comida justo para poder prepararla allí en el apartamento, pero por culpa de este incidente tuvimos que vernos obligados a comer fuera para que pudiesen limpiarlo, causando un perjuicio más y otra incomodidad extra. Y ya para el colmo lo del parking. Primero nos dicen que por culpa de los anteriores inquilinos no podían facilitarnos la tarjeta para poder aparcar en la estación de Renfe ya que se la habían llevado, y que el primer día de parking corría de su cuenta. Que lo dejase allí y que él gestionaría para poder pagar el resto. Pero ya con el cabreo y la situación de dejadez que pudimos experimentar por su parte, decidimos sacar el coche al día siguiente y encontra

A destacar la atención recibida por Antonio, excelente en todo, super pendiente y resolutivo al instante. Mi estancia ha sido de lo más agradable y placentera. El apartamento super ideal, tiene todo lo necesario, luminoso y súper cómodo. Encantadisima y súper agradecida por tanta suerte. Muchas gracias Antonio por tu atención, repetiré seguro, Pontevedra y sus gentes encantadoras.