Hotel Poblado Kimal

Hotel super bem localizado em Atacama, fica a poucos passos da rua Caracoles, a principal da cidade. Hotel muito confortável, com piscinas e Spa. O café da manhã incluso é bom e se você tiver que sair mais cedo devido a um passeio eles fornecem um "picnic" bem farto.

Hotel super bem localizado, ao lado da rua Caracoles (principal rua com lojas e restaurantes), quarto confortável, café da manhã excelente, água gelada gratuita disponível o dia inteiro para encher as garrafinhas (outros hoteis cobram a agua), equipe da recepção super gentil, educada e solícita, especialmente a Sevla, brasileira que dá um atendimento para lá de simpático. Nos dias de tour muito cedo, 5h/6h da manhã, o hotel deixa um pacote com lanche para levar. Muito legal! E para ir embora pegamos o transfer privativo hotel-aeroporto, e o Gabriel foi muito pontual e com a direção segura na estrada. O unico ponto que merece ressalva é o colchão, que é muuuuuito macios, muito fofo para os meus padrões. Meu marido e eu sentimos um desconforto , falei com a Sevla na recepção e ela providenciou a troca do colchão.

Ficamos apenas uma noite no hotel por falta de disponibilidade do hotel onde estávamos. Péssima experiência!!! Estávamos cansados da semana de passeios e queríamos tomar um bom banho e dormir confortavelmente antes do nosso voo que sairia cedíssimo. Não gostamos de nada do hotel, a começar pela recepção do hotel que fica do outro lado da rua no Hotel Kimal e nem água filtrada eles tem no Poblado e tem que buscar do outro lado. Os quartos no estilo bangalô são bonitinhos, mas a cama e o travesseiro são horrorosos e o pior de tudo é o barulho. Estranhamos os protetores auriculares na mesinha ao lado da cama, mas descobrimos porque estavam lá, fomos dormir cedo e acordamos com uma música ao vivo de uma banda absurdamente alta que parecia estar dentro do nosso quarto e durou até meia noite. Ligamos na recepção do hotel e eles falaram na maior naturalidade que era do restaurante La Casona e que terminaria as 00hs. Não vale a pena esse hotel , caro desconfortável e muito barulhento!!

El Poblado de Kimal queda a pasos de la calle Caracoles, un lugar seguro a 3 cuadras de la plaza y cercano a restaurantes, farmacia y comercio. Por lo mismo, en la noche entre 20:30 y 23:00 se puede escuchar la música en vivo de restaurant cercanos, que la verdad no nos molestó, si el último día (de 4) nos llevaron tapones para los oídos (no los habíamos pedido). Nos hospedamos en este hotel hace dos años y, por la buena experiencia, decidimos volver en familia. La atención en la recepción y del personal en general fue siempre amable y atenta. La coctelería y el servicio de comida en el restaurante son buenos, y cuentan con un menú de tres tiempos por $20.000 (sin incluir bebidas). El restaurante está abierto hasta las 22:00. El desayuno es adecuado, pero no destaca. Dado que tienen cocina, podrían ofrecer opciones como pan prensado u omelets. Actualmente, el pan se acompaña de lo básico: queso, jamón, salame, mermelada, y también ofrecen huevos revueltos. La fruta es fresca y lo mejor son los jugos naturales de frambuesa, mango y naranja. En cuanto a opciones dulces, hay galletas y queques. Para el desayuno, solicitan confirmar el horario el día anterior, lo cual puede resultar un poco estresante, especialmente cuando se está de vacaciones y se busca mayor flexibilidad por la mañana. Si el desayuno se sirve de 7:30 a 10:30, sería más conveniente tener la libertad de llegar dentro de ese rango de tiempo sin necesidad de una confirmación previa El jacuzzi rico, lo ocupamos varias veces, recomiendo mayor mantención (hojas). Las piscinas con el agua extremadamente helada y creo que no es el punto fuerte del lugar ya que me pareció que no le habían realizado mantención al entorno de a piscina más grande (maceteros sin plantas y deteriorados, cojines de las reposeras desteñidos), nos impresionó el lugar más la primera vez que esta segunda. Las habitaciones son amplias y muy cómodas. Si no cuentan con TV, solo sugeriría cambiar las estufas a gas empotradas por eléctricas, por motivos de seguridad. Lo mejor de la estadía es llegar a una habitación bonita, limpia y espaciosa, con una agradable terraza, y tener la comodidad de poder pedir hielo o algún alimento en el restaurante.

Zentral gelegenes und dennoch ruhiges Hotel. Angemessener Preis und guter Service. Gerne wieder.