El Olivo de Sansol

No nos atendió nadie, nos dejaron llaves en una ventana. Falta de limpieza, mucho polvo en muebles y poco mantenimiento general. Sin toallas en el baño. Nos cobraron desayuno, pero no nos lo dieron. Una de las camas de la habitación sólo contaba con la sábana, tuvimos q buscar y encontrar una manta en un sofá, y evidentemente hacernos la cama. Calefacción apagada y frío intenso

La casa rural es muy bonita, lugar tranquilo y la dueña es agradable. Aceptan animales lo cual es estupendo. El baño era compartido pero estaba muy limpio. Tienen en la cocina calentador de agua y microondas y puedes hacerte un té, café o colacao a tu disposición. Todo parecía perfecto pero para mí solo está bien para pasar una noche, ya que se oyen bastante los ruidos de habitaciones contiguas y mi perrita no se relajaba lo suficiente. Los colchones estaban para cambiarlos, ya que se hundían y al día siguiente me dolía todo. También me fijé que había mucho polvo por toda la casa, los muebles, la habitación, el suelo.. Y algún pequeño insecto seco, de no limpiar el polvo en bastante tiempo. También se podía mejorar mucho el desayuno, te sirves tú mismo a cualquier hora, pero sólo hay botes de mantequilla grandes y vacíos, y un par de mermeladas en la nevera. Tenía que haber biscotes, algo de pan cortado y magdalenas, pero cuando yo fui no quedaba casi nada y no apetecía porque parecían las sobras de todo el mundo. Hubiera sido ideal unos paquetitos individuales, y más higiénico. Quería quedarme más noches por lo económico que fue, pero no me valía la pena y me marché.