Guest User
August 26, 2024
Se trata de un edificio histórico el cual tuvo mejores tiempos. La entrada, te invita a pensar que está bien , ya cuando llegas a la habitación tienes que volver a ver las fotos para confirmar que estás en el sitio correcto. Muy envejecido, el baño de la habitación está muy deteriorado, limpiar se puede decir que hicieron una limpieza muy por alto, la ducha está llena de “roña” los grifos más de lo mismo. El agua caliente no la tuvimos, los albornoces estaban totalmente gastados y amarillentos. Con respecto al desayuno, uno tiene que entender la situación por la cual vive el país y ello te lleva a aceptar ciertas carencias, PERO nos dio la impresión que más allá de lo que no hay, los empleados hacen porque haya menos. Si esto sucediera en un hotel sin el apellido Meliá y a otro precio, pues ni tan siquiera me plantearía escribir esta reseña. La dirección es consciente de lo que ofrece, por lo que el precio está totalmente desorbitado(150 habitación doble en régimen de desayuno) Con respecto a los empleados, la mayoría simpáticos y trabajadores. Eso sí, el personal de la entrada desde el primer momento te aborda para realizar el cambio monetario(muy a la baja 200) y si no les sigues el juego ya te tratan de una manera bastante déspota. (Para quien nunca hubiese estado en La Habana, mencionar que el abordar al turista es su trabajo, lo necesiten o no) En nuestro caso fuimos con una maleta de medicina, ropa e intentamos ayudar a todo lo el que pudimos. Cuando ayudas a una persona, aparecen 2 o 3 más en búsqueda de una ayuda que no pudimos dar. Luego te encuentras personas como las mencionadas del hotel, quien no necesita tanta ayuda y exige esa ayuda por cualquier información básica tal como dónde queda esta calle o la otra.. La carta según que hora, te permiten el pago en moneda local. La piscina es correcta, tiene servicio de bar con precios en moneda local. En definitiva busquen otra opción, nos hablaron muy bien del Iberostar parque central.
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